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Al manejar documentos antiguos, es importante tomar ciertas precauciones para preservar su integridad y longevidad. Aquí hay algunos pasos a considerar:
Lávese las manos: antes de manipular documentos antiguos, asegúrese de lavarse bien las manos con un jabón suave y agua tibia. Esto ayudará a eliminar la suciedad, los aceites y los contaminantes que podrían dañar los documentos.
Use guantes (pero no para manipular todos los medios): Para una protección adicional, puede usar guantes de algodón o de nitrilo sin talco. Evite los guantes de látex, ya que pueden contener residuos que podrían dañar los documentos. En la mayoría de los casos, se recomienda manipular microformas (microfilmes, microfichas, tarjetas de apertura, etc.) con las manos descubiertas, siempre que las tenga limpias y secas. Si le preocupa la contaminación del microfilm con aceites naturales de la piel, puede lavarse bien las manos antes de manipularlos.
Manipule con cuidado: Manipule los documentos con delicadeza y cuidado. Evite doblarlos, arrugarlos o rasgarlos. Utilice soportes como almohadillas de espuma o portadocumentos para evitar ejercer una presión excesiva sobre los documentos mientras los manipula.
Evite la exposición a la luz solar directa: los documentos antiguos suelen ser sensibles a la luz y pueden desteñirse o deteriorarse rápidamente si se exponen a la luz solar directa. Evite exponerlos a una luz fuerte y, en su lugar, use una iluminación suave y controlada si es necesario.
Controle la humedad y la temperatura: Las variaciones de humedad y temperatura pueden dañar los documentos. Lo mejor es almacenar los documentos en un entorno con aire acondicionado y una humedad relativa estable, normalmente entre el 30 % y el 50 %.
No utilice adhesivos: Evite el uso de grapas, sujetapapeles, cinta adhesiva u otros adhesivos en documentos antiguos. Estos materiales pueden causar daños permanentes. En su lugar, use pestañas o carpetas de archivos para organizar y mantener juntos los documentos si es necesario.
Almacenamiento adecuado: cuando los documentos no están en uso, deben almacenarse correctamente. Utilice cajas sin ácido de calidad de archivo, fundas de papel de conservación o carpetas con hojas sin ácido para protegerlas del polvo, la luz y los daños físicos.
Es importante tener en cuenta que cada documento antiguo tiene requisitos específicos de manejo y conservación.
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